TERAPIA TERCERA EDAD

La función principal del psicólogo en el ámbito de la tercera edad está relacionada con promover la participación activa de la persona mayor en un momento concreto de su vida en el que, tanto el buen funcionamiento físico, la adecuada capacidad cognitiva y el alto compromiso con la vida, lo sitúan en un nivel aceptable de participación psicoterapéutica.

Para promover un envejecimiento activo y saludable podemos intervenir en varios dominios, según las características del caso:

• Ante un declive intelectual, propondremos ejercicios de rehabilitación neuropsicológica.

• Ante problemas de depresión, llevaremos a cabo actividades agradables y entrenaremos en reestructuración cognitiva para los pensamientos disfuncionales.

• Ante problemas de insomnio o de sueño, aprenderemos técnicas de higiene del sueño y relajación.

• Ante problemas de ansiedad, llevaremos a cabo sesiones de trabajo cognitivo que se podrán complementar con técnicas más conductuales.

• Ante problemas físicos en los que hay que tener un control adecuado de diversos parámetros, estableceremos una rutina diaria que incremente la motivación y la estabilidad del paciente.

En el trabajo en consulta, interesa desarrollar en la persona habilidades de afrontamiento. El afrontamiento es un factor estabilizador que facilita la adaptación psicológica a periodos de estrés. Se sabe que, a medida que envejecemos, se muestra una mayor preferencia por desarrollar estrategias internas de afrontamiento frente a los problemas, debido, principalmente, a la pérdida de los recursos físicos, sociales y psicológicos.